El desarrollo y la mejora de la cooperación entre el sector productivo y el sistema público de I+D puede generar un conjunto de ventajas competitivas para estas empresas. El presente trabajo describe las experiencias y percepciones de las empresas biotecnológicas españolas en su colaboración con el sistema público de I+D. Los resultados muestran que prácticamente la totalidad de empresas biotecnológicas españolas con actividades de I+D (un 93,6%) han mantenido algún tipo de colaboración con el sistema público de I+D. Los principales obstáculos percibidos por estas empresas en su colaboración con el sistema público de I+D son el exceso de burocracia y la respuesta lenta de los investigadores. Los resultados obtenidos sugieren la conveniencia de establecer políticas y programas públicos para fomentar la transferencia de conocimiento y tecnología desde el sistema público de I+D a las empresas, fundamentalmente centrados en la necesidad de incentivar a los investigadores del sistema público de I+D y mejorar el funcionamiento de las Oficinas de Transferencia de Tecnología.
The development and improvement of cooperation between the industrial sector and the public R&D system can produce competitive advantages for the companies. The present work describes experiences and perceptions of Spanish biotechnology companies in their collaboration with the public R&D system. Results show that almost all the biotechnological companies with R&D activities (93.6%) have cooperated with the public R&D system. The main barriers found by the companies are the excess of bureaucracy and the slow response of public researchers. Results obtained also suggest the need to establish public policies and programmes to promote knowledge and technology transfer from public research centres to companies, with a special focus on encouraging researchers from the public R&D system and on improving how Technology Transfer Offices work.
La mejora de los procesos productivos y la competitividad de las industrias es una de las prioridades de las políticas nacionales de muchos países. La cooperación entre la industria y el sistema público de I+D es uno de los mecanismos principales para facilitar la innovación tecnológica y la competitividad de las empresas. Una mayor colaboración empresa-academia permite mejorar la capacidad innovadora del sector productivo, la creación de nuevas empresas, la formación e incorporación de personal altamente cualificado a las empresas, etc. (Etzkowitz y Leydesdorff,
El desarrollo y mejora de vínculos entre el sector productivo y el sistema público de I+D puede generar una serie de ventajas generales, tanto a la empresa como a las universidades o centros implicados. Para la empresa, las ventajas esperables son, entre otras, el aumento del número de patentes, la resolución de problemas en la investigación o en la producción, el acceso a nuevos conocimientos y redes de investigación, el aumento de la productividad, facilitar el acceso a fondos de investigación, y el acceso a profesionales especializados (Schartinger y otros,
Por otro lado, la comunidad científica puede obtener de esta colaboración una mayor calidad de la investigación o de la enseñanza universitaria, nuevos desarrollos científicos y sus aplicaciones, ampliar el acceso a los fondos para la I+D, etc. (Ramos Vielba y otros,
Existen numerosos ejemplos de la capacidad del sistema público de I+D en el desarrollo de innovaciones mediante la obtención de patentes o la creación de empresas de base tecnológica, creando un valor de mercado importante y empleos de alta cualificación (George y otros,
A pesar de las ventajas mutuas que genera la cooperación entre el sistema público de I+D y la industria, la cooperación no está exenta de dificultades y el establecimiento de vínculos estables y duraderos es difícil (Albert y otros,
Las oficinas de transferencia de tecnología (OTTs) del sistema público de I+D, implantadas en universidades y organismos públicos de investigación (OPIs), se crearon para desempeñar un papel clave en este tipo de colaboración. Estas OTTs actúan de intermediarias entre las dos partes, facilitan la formalización de contratos entre las empresas y los investigadores y realizan una labor de difusión de los resultados de investigación de sus instituciones a las empresas.
Para fomentar y mejorar la cooperación entre el sistema productivo y el sistema público de I+D, los gobiernos y agencias de investigación involucradas en la toma de decisiones necesitan disponer de una serie de indicadores que les permita conocer cuáles son los determinantes principales en dichas colaboraciones, cómo se establecen, en qué áreas se producen de forma predominante, y cuáles son las barreras u obstáculos más importantes que se han encontrado en esa colaboración.
La mayoría de los estudios publicados sobre colaboración entre el sector productivo y el sector público de I+D están centrados en las motivaciones de los investigadores y se basan en el análisis de la co-autoría de publicaciones científicas o de patentes (Zhang y otros,
El presente estudio pretende analizar en profundidad la cooperación del sector biotecnológico español con el sistema público de I+D a partir del análisis de una encuesta distribuida a las empresas. Este trabajo pretende definir las características principales del sector biotecnológico español con actividades en I+D (tipo de actividad, número de empleados, si ha recibido subvenciones públicas para la I+D, etc.) y establecer cuál es la situación actual de la cooperación entre el sector biotecnológico y el sistema público de I+D y, a partir de ahí, cómo podría seguir fomentándose esta colaboración. Se analizará cuál es el tipo de cooperación más habitual, el grado de satisfacción con las cooperaciones anteriores, las principales barreras encontradas, la intención de establecer nuevas colaboraciones en un futuro inmediato, etc.
La colaboración entre las empresas biotecnológicas españolas con el sistema público de I+D se ha analizado mediante el diseño, distribución y análisis de una encuesta a las empresas biotecnológicas españolas con actividades en I+D. El cuestionario está dividido en dos secciones. La primera se centra en determinar las características de las empresas biotecnológicas que realizan actividades I+D en términos de tamaño, uso de biotecnologías, sectores biotecnológicos en los que opera, si es beneficiaria de ayudas públicas, etc. La segunda parte del cuestionario se centra en las actividades de colaboración con el sistema público de I+D como el tipo de colaboración, el grado de satisfacción con la misma y los obstáculos encontrados en esa colaboración. En el diseño de la encuesta se han tenido en cuenta las recomendaciones de definición estadística de la biotecnología propuestas por el documento de la OCDE
La distribución de este cuestionario se hizo mediante correo electrónico de Junio a Septiembre de 2009, junto con una carta de solicitud de colaboración y presentación del objetivo académico y el carácter puramente estadístico de la misma. Un aspecto importante en este estudio fue la selección de las empresas biotecnológicas con actividades en I+D a las que se distribuiría esta encuesta. De forma genérica es muy difícil determinar el número total de empresas con actividades en el sector biotecnológico y particularmente el número de empresas con actividades en I+D, dada la dificultad en definir de forma estadística las actividades biotecnológicas.
En el caso del número total de empresas biotecnológicas españolas, los informes disponibles en la bibliografía ofrecen cifras muy diferentes. Por ejemplo, atendiendo a la definición de empresa biotecnológica propuesta por la OCDE “aquella cuya actividad principal incluye la aplicación de técnicas biotecnológicas para producir bienes, servicios y/o desarrollo de I+D” (OCDE,
Para este estudio los autores ha desarrollado una base de datos con las empresas biotecnológicas españolas que realizan actividades en I+D a partir de los listados de socios de Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO) y de la Fundación Genoma España. En total se han identificado 250 empresas con actividades en I+D de un total de 441 empresas españolas parcial o totalmente dedicadas a la biotecnología recogidas en ambos listados.
El número total de respuestas recibidas de empresas biotecnológicas con actividades en I+D fueron 78 (un 31,2% del total de empresas a las que se le envió el cuestionario). El error muestral calculado, al 95% de grado de confianza, es del 8,55%. El número de empresas que han contestado la encuesta es, por una parte, superior al número de 54 empresas biotecnológicas que realizaban I+D de acuerdo al Informe ASEBIO 2010 (ASEBIO
El análisis de las encuestas se ha llevado a cabo mediante el software estadístico SPSS 19 (IBM). Se ha analizado tanto el porcentaje de respuestas con respecto al número total de respuestas en las diferentes preguntas del cuestionario como diferentes estadísticos, que permiten analizar tanto la dependencia o interdependencia entre variables como la magnitud de esta asociación o correlación. En concreto, se ha utilizado la prueba Chi-cuadrado para determinar si dos variables cualitativas son o no independientes con un determinado nivel de confianza. Por otra parte, se ha utilizado el coeficiente de correlación de Spearman o Spearman-rho para analizar la magnitud y sentido de la asociación entre variables. Este coeficiente varía entre -1 y 1, indicando asociaciones negativas o positivas, respectivamente; valores próximos a cero indicarán que no hay asociación lineal, lo que no significa que no pueda existir otro tipo de asociación. Al igual que el thau-b de Kendall, el coeficiente de correlación de Spearman puede utilizarse como una alternativa al de Pearson cuando las variables estudiadas son ordinales y/o se incumple el supuesto de normalidad.
La importancia estratégica de las actividades biotecnológicas en las empresas fue considerada como “crucial o muy importante” por el 78% de las compañías, lo que indica que la mayoría de las empresas tienen a la biotecnología como actividad principal o son empresas completamente dedicadas a la biotecnología, como a veces también se las denomina. El 17% de las empresas consideraban la biotecnología como “importante” en sus actividades y sólo un 5% consideró que su biotecnología tenía una importancia menor en sus actividades. Tras ser preguntadas por el efecto que habían tenido sus actividades biotecnológicas en los beneficios o pérdidas de los últimos años, un 72% de las mismas consideraron que la actividad biotecnológica había producido beneficios, mientras que en un 28% había producido pérdidas.
En primer lugar es necesario comentar que todas las empresas seleccionadas para esta encuesta tienen actividades en I+D, mientras que sólo un 74,0% de las empresas tienen actividades de producción/comercialización y un 43,4% tiene como “input” alguna de estas áreas. A continuación se describe la importancia de las diferentes áreas biotecnológicas por tipo de actividad empresarial.
Dentro de las actividades de las empresas en I+D, la salud humana es el área con un mayor número de empresas (65,8%). Dentro de la salud humana, el desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico ocupa al 46,6% de las empresas encuestadas y las nuevas terapias al 39,7%. Dentro de las empresas dedicadas a la salud humana, un 39,6% se dedican únicamente a nuevos métodos de diagnóstico, un 29,2% solo a nuevas terapias, y un 31,2% abordan simultáneamente investigaciones de métodos de diagnóstico y de nuevas terapias.
El segundo campo con mayor actividad en I+D es el de las actividades relacionadas con los procesos industriales, en sus distintas aplicaciones, siendo importante este área para un 32,9% de las empresas encuestadas. Por subáreas, la obtención de enzimas u otros reactivos fue importante para un 20,5% del total de empresas encuestadas, alimentos para un 17,8%, los procesos de recuperación de materiales para un 13,7% y finalmente, actividades industriales para un 11,0%. Entre las empresas con actividad de I+D en procesos industriales, un 45,8% de las mismas tenía actividad en una sola subárea, un 25,0% en dos subáreas, un 20,8% en tres subáreas y un 8,3% tenía actividad de I+D en las cuatro subáreas definidas dentro de los procesos industriales.
El tercer campo con mayor actividad en I+D es la agricultura, que fue señalado por un 27,4% de las empresas. En concreto, un 17,8% de las empresas encuestadas tenían áreas de investigación relacionadas con el mundo de la producción animal, un 12,3% relacionadas con la producción agraria y un 5,5% específicamente en acuicultura. La mayoría de las empresas dedicadas a I+D en agricultura se dedican a una sola subárea (75%), mientras que un 10% se especializan en dos subáreas y sólo un 5% de las mismas tiene actividad en las tres grandes subáreas (animales, plantas y acuicultura). La bioinformática, con un 26,0% del total de empresas encuestadas, tuvo una importancia muy similar a la agricultura. Finalmente, los temas medioambientales ocupan al 15,1% y las actividades de I+D no específicas se dan en un 19,2% del total de las empresas encuestadas.
El número de empresas con actividades relacionadas con la producción/comercializción de bienes o servicios es inferior al número de las empresas que tienen actividades en I+D. En concreto, un 74,0%, mientras que todas las empresas encuestadas tenían actividades de I+D. El área relacionada con la sanidad humana sigue siendo la más importante (un 43,8% respecto del total de empresas y un 59,0% del total de empresas con producción de bienes y servicios). Un 30,1% del total de empresas producen nuevos métodos de diagnóstico y un 17,8% nuevos métodos terápeuticos. La mayoría de las empresas con actividades de producción y comercialización de bienes comercializan o bien métodos de diagnóstico o métodos terapéuticos (un 87,5%), y sólo el 12,5% restante comercializan ambos.
La segunda actividad mayoritaria en producción de bienes y servicios es la de los procesos industriales, realizada por un 23,3% del total de empresas encuestadas y un 31,5% de aquéllas con actividades de producción o comercialización de bienes y servicios. Las subáreas más importantes dentro de los procesos industriales fueron alimentos (12,3% del total de empresas), enzimas y reactivos (12,3%), recuperación de recursos naturales o bioprocesos (8,2%) y actividades industriales (5,5%). La mayoría de empresas con actividades de producción y comercialización en procesos industriales sólo operaban en una subárea (58,5%), mientras que un 23,5% operaba en dos subáreas, un 17,6% en tres subáreas y un 5,9% en las cuatro subáreas anteriormente mencionadas. La agricultura, por otra parte, es importante para un 19,2% de las empresas encuestadas (un 25,9% si sólo se consideran las empresas con actividades en bienes y servicios). En este caso, también la subárea de producción animal es la más importante (13,7% del total de empresas encuestadas) seguida de cerca por plantas (11,0%), con la acuicultura con una importancia mucho menor (1,4%). Finalmente, tienen actividad de producción o comercialización en medio ambiente un 11,0% y un 6,8% en aplicaciones no específicas del total de empresas encuestadas.
El porcentaje de empresas que utilizan biotecnología como “input” es aún menor, sólo un 43,8%, comparado con el 74,0% de las empresas que tenían actividades de producción y comercialización en diferentes campos de la biotecnología y el 100% de las empresas que tenían actividades de I+D en biotecnología. En este caso las diferencias entre campos de la biotecnología son menores. Tanto la salud humana, como los procesos industriales, la agricultura y la bioinformática tienen la misma importancia, y son utilizadas cada una por un 13,7% del total de empresas encuestadas (que equivale a un 31,2% de las empresas que utilizan biotecnologías como “input” en sus actividades). Por otra parte, el medio ambiente y las aplicaciones no específicas son utilizadas como “input” por un 6,8% cada una (que equivale a un 15,6% con respecto a las empresas que utilizan biotecnologías como “input” en sus actividades).
Tanto en lo que se refiere a actividades de I+D, o de producción y comercialización de bienes y servicios, existe claramente una especialización muy importante de las empresas biotecnológicas españolas en el sector de la salud humana, y más en el área de métodos de diagnóstico que en el de nuevas terapias. Estos resultados corroboran los resultados de un informe previo de Ernst & Young sobre biotecnología en Europa, que puso de manifiesto que mientras que la mayoría de las empresas biotecnológicas de países europeos estaban especializadas en el desarrollo de nuevos fármacos, las empresas biotecnológicas españolas estaban especializadas en el desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico (Ernst & Young,
Con el análisis de la interdependencia y correlación entre los diferentes tipos de financiación y el tamaño de la empresa (ver
Las empresas basadas en conocimiento, como son las empresas biotecnológicas encuestadas, están obligadas a innovar constantemente para lanzar nuevos productos y mantener su posición estratégica (Lerner,
En este apartado de obstáculos aparece en primer lugar el exceso de burocracia, manifestado por el 78,2% de las empresas, seguido por la lentitud de la respuesta por parte de los investigadores, en opinión del 71,8% de las empresas. También resulta importante el incumplimiento de los plazos acordados (42,3%), lo que está de acuerdo con los otros dos obstáculos previamente comentados. En otro orden de cosas, algunas empresas (20,5%) han percibido una falta de interés de los científicos del sistema público de I+D por colaborar con la empresa y, finalmente, algunas empresas (16,7%) han señalado como obstáculo la falta de experiencia o formación de los investigadores que participaron en los trabajos a realizar.
Otros obstáculos o problemas que han dificultado la colaboración han sido descritos por un 19,2% de las empresas. Entre estos otros obstáculos citados por las empresas, cabe destacar el papel de las OTTs, que es percibido como burocrático y que plantea discrepancias a la hora de establecer a quién corresponde la propiedad intelectual de los resultados de la colaboración entre la empresa y la institución pública de I+D. Este resultado está de acuerdo con el reseñado en el trabajo de Siegel y colaboradores (
Por otra parte, la
En otros aspectos considerados como barreras, las opiniones manifestadas por las empresas satisfechas y las insatisfechas son parecidas (falta de experiencia de los investigadores y otras barreras), sin embargo, existe una diferencia importante en cuanto a una percepción que se podría calificar de subjetiva y que se refiere al interés de los científicos por la colaboración propuesta por las empresas. Si la falta de interés de los científicos por la colaboración fue señalada por un 20,5% de las empresas, este porcentaje es prácticamente el doble en el caso de las empresas insatisfechas (30,4% de las mismas) que en las empresas satisfechas (16,4% de las mismas). Lo que podría indicar que es un aspecto que no toleran las empresas y que puede que sea una de las percepciones que pueden determinar de forma más importante el grado de satisfacción global de la empresa con el sistema público de I+D.
La
Por otra parte, estos obstáculos son percibidos de forma diferente dependiendo del tipo de biotecnología utilizada por la empresa (
También se han detectado diferencias en la percepción de los obstáculos según el área de aplicación de la empresa. La falta de interés de los investigadores ha sido percibida como el principal obstáculo por las empresas especializadas en diagnóstico con un valor de χ2 de 9,542 (p-valor=0,009). Este obstáculo es también muy importante para las empresas dedicadas a acuicultura (χ2=9,290; p-valor=0,002) y la producción animal (χ2=5,886; p-valor=0,015). Las empresas cuyo sector de aplicación es la agricultura, en concreto lo relacionado con alimentación animal, han encontrado como principal obstáculo la lentitud en la respuesta (χ2=4,105; p-valor=0,043). Por otro lado, las empresas dedicadas a los procesos industriales encuentran como obstáculo principal la falta de cualificación o experiencia de los investigadores (χ2=4,735; p-valor=0,030).
Si se analiza la respuesta teniendo en cuenta qué empresas habían calificado como satisfactorias o insatisfactorias sus colaboraciones previas, los resultados son también muy significativos.
Si un 55% de las empresas con experiencia satisfactoria pensaban realizar algún tipo de colaboración en el futuro próximo, un 5% contestó que no y un 29% no sabe/no contesta; en el caso de las empresas con percepción negativa, sorprendentemente, todavía un 42% de las mismas planeaba alguna colaboración en el futuro cercano, mientras que un 29% respondía negativamente y un 29% no sabe/no contesta. Está claro que la experiencia insatisfactoria en colaboraciones previas marca a las empresas, pero todavía un porcentaje importante de empresas planean colaborar en un futuro próximo con el sistema público de I+D a pesar de las dificultades encontradas.
Las empresas biotecnológicas españolas con actividades de I+D son empresas de pequeño tamaño, altamente especializadas en el sector de la salud humana, sobre todo en la investigación de nuevos métodos diagnósticos, y en menor medida, nuevas terapias. También son importantes las áreas de procesos industriales y agricultura, y ya en menor medida, la bioinformática, el medio ambiente y otras aplicaciones no específicas. De las empresas que realizan actividades de I+D, un 74,0% también realizan actividades de producción o comercialización de bienes y servicios y un 43,4% utilizaron la biotecnología como “input” para su actividad. Un 84,2% de las empresas con actividades en I+D recibió algún tipo de financiación pública para desarrollar sus actividades de I+D, sobre todo nacional y regional, y en menor medida, europea, aunque normalmente esta última fuente de financiación está restringida a las empresas de mayor tamaño.
La colaboración de las empresas con el sistema público de I+D es ya muy alta, pues un 93,6% de las empresas encuestadas tuvieron algún tipo de colaboración con el sistema público de I+D en los últimos dos años. En este sentido, parece importante el hecho de haber recibido financiación pública para establecer más colaboraciones con el sistema público de I+D. La mayoría de las colaboraciones son para realizar un proyecto de I+D conjunto (83,6% de las colaboraciones) o para contratar un proyecto de I+D que se hará en el centro público de I+D (49,3%). En menor medida, la colaboración ha consistido en la obtención de información científica (21,9%) o para resolver un problema particular de producción (16,4%).
No sólo el grado de colaboración entre las empresas y el sistema público de I+D en el sector biotecnológico es alto, sino que el grado de satisfacción de las empresas con las colaboraciones previas con el sistema público de I+D es muy alto. Un 70,6% de las empresas que colaboraron con el sistema público de I+D consideraron como bastante satisfactoria o muy satisfactoria la colaboración. Sin embargo, todavía un 11,5% de las empresas la calificaron como poco satisfactoria y un 17,9% como insatisfactoria o muy insatisfactoria.
Cuando se analizaron los principales obstáculos o barreras encontrados por las empresas, el exceso de burocracia (por un 78,2% de los encuestados) y la respuesta lenta de los investigadores (por un 71,8% de los encuestados) fueron los principales obstáculos señalados. En menor medida, fueron señalados el incumplimiento de fechas acordadas (42,3%), la falta de experiencia de los investigadores (16,7%), la falta de interés de los investigadores (20,5%) y otros (19,2%), fundamentalmente relacionados con el papel de las OTTs. No obstante, se ha podido demostrar que la excesiva burocracia, aunque señalada por la mayoría de los encuestados, no determina el grado de satisfacción global con la colaboración. Sin embargo, la falta de interés de los investigadores fue el obstáculo que más determinó el grado de satisfacción. En cualquier caso, tanto las empresas con colaboraciones previas consideradas como satisfactorias como también en un importante porcentaje en las empresas con colaboraciones previas considerados como insatisfactorias, planean establecer más colaboraciones con el sistema público de I+D en un futuro próximo.
Algunas empresas consideran que los científicos no han mostrado interés por el problema objeto del estudio planteado, o que su solución se ha dejado en manos de personal no cualificado suficientemente. Esta falta de interés de los científicos en la investigación propuesta por las empresas puede estar relacionada, entre otros aspectos, a las cláusulas de confidencialidad incluidas en los proyectos de colaboración, lo que dificulta la difusión y publicación de los resultados que se obtendrán, debido a las prácticas de evaluación de la investigación, que se basa en la medida del esfuerzo en la publicación de artículos científicos (Manjarrés-Henríquez y otros,
En general, las políticas del gobierno dirigidas a fomentar la transferencia de conocimiento y la colaboración científica entre el sector público de I+D y el sector privado están dirigidas fundamentalmente a incrementar la colaboración de las empresas con los OPIs, como es el caso del sector de la biotecnología, pero por lo general no incluyen claros incentivos para el sector público.
Los resultados obtenidos sugieren la conveniencia de establecer políticas y programas públicos para fomentar la transferencia de conocimiento y tecnología desde los centros públicos de investigación a las empresas. Estas políticas y estos programas deberían incluir, por un lado, los mecanismos más flexibles de las OTTs sobre los diferentes aspectos aquí considerados, incluyendo los derechos de propiedad intelectual, que participan en la formulación del contrato. Por otro lado, parece conveniente mejorar la información a las empresas sobre aspectos económicos implicados en la formulación de los contratos con los organismos públicos de investigación. Esto puede ser importante, al menos para algunas de las empresas encuestadas que tienen dificultades para aceptar que el coste total del contrato de investigación tiene que incluir los gastos generales y el IVA. Con el fin de lograr una relación beneficiosa entre empresas e investigadores, la participación de los científicos del sistema público de investigación debe ser incentivado para una colaboración más eficiente, a través de reglamentos valorar positivamente su participación, tanto económica como académicamente.