CRÍTICA DE LIBROS / BOOK REVIEWS

 

Geobibliotecas

Estefanía Aguilar-Moreno y Carlos Granell Canut

Barcelona. Editorial UOC, 2015. (El Profesional de la Información:30) 110p. ISBN: 978-84-9064-581-9

 

No cabe duda de que la información geográfica ha sido un conocimiento útil, desde diferentes puntos de vista, para los retos de la humanidad. La descripción de la Tierra, desde las cartografías antiguas donde el mundo prácticamente se limitaba, en nuestra sociedad, a los países que rodean el Mediterráneo, hasta el periodo del descubrimiento científico de la esfericidad con el viaje de Magallanes, ha tenido un interés marcado fundamental en la representación detallada del territorio. Pero como los autores apuntan, ya en el siglo XIX la información geográfica sirvió para algo más, como poder identificar la localización de un brote de cólera en Londres. Es un uso, evidentemente, diferente al del conocimiento terrestre. Es un uso científico de los datos geográficos para realizar una investigación. He aquí el valor del estudio de Estefanía Aguilar y Carlos Granell, como poner en valor los datos de información geográfica en las bibliotecas.

Con la actual tecnología GPS los datos que generan los teléfonos móviles pueden ser analizados por sí mismos como números o cifras que pueden estar ligados a una ciudad o zona geográfica, y permiten estudios estadísticos, como la localización espacial de las bibliotecas públicas en Estados Unidos. También esos datos pueden estar insertados en videos o imágenes, registrados para identificar su localización en recursos tecnológicos, y en definitiva en unos documentos que podrían depositarse en bibliotecas.

Tras una detallada explicación de lo que significa, y el potencial que tiene, un Sistema de Información Geográfica, el gran aporte del libro es un extenso análisis de los usos y aplicaciones de esta información en las bibliotecas o en cualquier unidad de información. En una biblioteca se gestionan datos geográficos, como el lugar de edición de un libro catalogado o las direcciones postales del registro de usuarios. Otra cuestión es hacer un uso y una investigación o análisis a partir de esos datos geográficos para una mejora de los servicios bibliotecarios.

Entre las diferentes aplicaciones de los datos geográficos, los autores proponen como ejemplos posibles el diseño de los espacios físicos dentro de la biblioteca, la gestión de las colecciones en relación al control del espacio que necesitan en su crecimiento, la adecuación de las temáticas de las colecciones locales en relación a una red de bibliotecas, a la integración de los datos geográficos en el catálogo, etc.; y en un sistema bibliotecario, o en una red de bibliotecas, los datos geográficos pueden ayudar a determinar dónde abrir, ampliar, fusionar o cerrar bibliotecas, a detectar servicios solapados o carentes, a optimizar el préstamo interbibliotecario, o a una adecuada distribución de los recursos humanos, entre otras aplicaciones.

Los autores han elaborado un libro útil, en este sentido exponen la típica cuestión “¿por dónde comenzar?”, con un plan para empezar a ofrecer este tipo de servicios independientemente del presupuesto disponible. Ofrece información útil sobre aplicaciones de software libre que posibilita a los autores experimentar en este tipo de tecnologías.

Por Vicent Giménez Chornet
Universitat Politècnica de València

 

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